El 25% de los jóvenes españoles se enfrentan a una nada que durará años

Han acabado la ESO, Bachiller y algunos, ninguna de las dos cosas. Han pasado como han podido los exámenes analizando oraciones subordinadas que no entienden, y aprendiéndose de memoria nombres de ríos que nunca volverán a pronunciar ni mucho menos visitarán. Han entregado trabajos echando mano del copia pega sin tomarse la molestia de leer si estaban escritos en castellano y lo que es peor, se los han dado por buenos. Han salido del sistema educativo sin ninguna pista de por dónde podían continuar sus vidas. Tienen 16 años y se enfrentan a una nada que durará años. Este es el panorama de al menos el 25% de los jóvenes en España. Un colectivo de personas desanimadas, sin empleo y con una preparación académica limitada. Aunque la economía resurgiera serían los últimos en la cola porque la nada lleva al hastío y salir de aquí es muy difícil.

En Villava, estos jóvenes, a pesar de tener un futuro igual de difícil, están menos perdidos. El Área de Juventud del Ayuntamiento de Villava destina recursos personales y materiales para que sus adolescentes y jóvenes parados de larga duración puedan encontrar más fácil el camino hacia una independencia económica y tengan armas de las que valerse a la hora de conseguir y mantener un trabajo.

A cargo del Área de Juventud del Ayuntamiento de Villava está Kamira Cooperativa Social desarrollando su labor a través de cuatro de sus trabajadores.

Joseba Amigorenena, Ariane Etxeberría, Saioa Petrizán y Garazi Sánchez trabajan desde hace 10 años con los y las jóvenes de Villava ayudándoles en el difícil camino de la adolescencia.

Gracias al trabajo de estos profesionales, el Área de Juventud de Villava es referente a nivel de formación juvenil. Las claves para poder decir que se dan éxitos en una población tan difícil como es la adolescencia son la constancia, el compromiso, la consolidación de un equipo y el gran número de horas dedicadas a pasar tiempo con los y las jóvenes de Villava. “Tenemos una visión de la realidad de la población juvenil de Villava muy importante. Saioa recorre todas las bajeras cada dos meses, hay una relación directa con los chavales y su entorno”, explica Joseba, el coordinador del equipo.

La realidad a la que se refiere Joseba viene siendo una constante desde que empezó la crisis. Hay jóvenes normalizados que acaban sus estudios pero un importante porcentaje de estos adolescentes que han acabado la ESO se han quedado allí y no saben hacia dónde dirigir su futuro. Les falta una visión de qué quieren hacer con su vida. Otros, ni siquiera tienen la ESO, ni por tanto una formación básica. Hace unos años un número elevado de estos jóvenes enseguida encontraba trabajo en la construcción. Al trabajar, acababan teniendo una rutina, un salario y una obligación. Ahora ya no es así y esto conlleva la desmotivación total porque no ven ninguna posibilidad de hacerse al mundo laboral fácilmente. “Es éste el bloque que a nosotros nos interesa y con el que tenemos que trabajar desde el Área de Juventud. Si nuestro objetivo es favorecer la autonomía, el empoderamiento, la autosuficiencia y el tránsito a la vida adulta, tenemos que coger ese bloque porque esa dificultad que tienen les va a impedir ser personas autónomas. Tenemos un montón de jóvenes con 20 años que ni estudian ni trabajan, que están en el limbo y ahí había que hincarle el diente y por parte del Ayuntamiento de Villava se han dado todas las facilidades”, añade Joseba.

Los Ayuntamientos de Tudela, Burlada y Villava junto con el Centro de Formación Iturrondo han trabajado con el Servicio Navarro de Empleo para poder ofrecer a sus jóvenes un Certificado de Nivel 1 de Profesionalidad. Actualmente son los únicos tres Ayuntamientos que además de impartir la formación de 240 horas, ofrecen un certificado.

El objetivo prioritario del Área de Juventud de Villava es fomentar la autonomía. Preparar a los jóvenes para la vida real y que puedan tener una independencia económica de su familia. En Burlada y Villava se han movido una serie de programas en este sentido. “Al final un ayuntamiento si es inteligente escucha a sus técnicos que son los que saben qué está pasando en la realidad y en su población. Quienes detectamos necesidades somos nosotros y el ayuntamiento lo que tiene que hacer es poner los medios para hacer frente a esto y con el Ayuntamiento de Villava se trabaja muy bien”, cuenta el profesional de Kamira.

“Lo que se necesita con estos chavales es activarlos y motivarlos. Intentar por lo menos motivarlos porque hay una desmotivación total, están en una laguna de no saber qué hacer y hay que acompañarles en el proceso”, aporta Arianne, educadora responsable de Programa de Igualdad del Área de Juventud de Villava.

Este problema de desmotivación es común a un alto porcentaje de la juventud de hoy en día. La mayoría de los jóvenes que acuden al centro de juventud de Villava tiene sus necesidades básicas de comida y techo cubiertas y también las de privacidad. Casi toda la juventud acude a sus bajeras donde se sienten  libres para poder hacer lo que quieran. Y también tienen móviles y ordenadores por lo que pueden alargar las noches hasta las 4 ó 5 de la mañana y levantarse a las 12 al día siguiente. Ésta es su rutina diaria; propiciada no porque no quieran hacer otra cosa, sino porque no han tenido oportunidad de cambiar esta monotonía. Este problema no se circunscribe solo a Villava sino a toda una generación de jóvenes a los que el sistema ha dejado abandonados tras acabar el instituto. Viven en el no hacer nada y luego activarlos cuesta mucho.

En Villava tienen suerte de contar con un centro al que pueden acudir y unos profesionales que les siguen la pista y los animan a cambiar de hábitos. “Al final que nosotros estemos con ellos, que creemos un vínculo facilita que conozcamos a los chavales de Villava, que conozcamos lo que necesitan. Para ellos el Ocio y Tiempo Libre es un espacio super importante. Aquí se pueden trabajar cosas que no se trabajan en el instituto. Por aquí pasan cuadrillas. Trabajar el Ocio y tiempo libre es fundamental para fomentar habilidades sociales, actitudes y detención de problemáticas. Yo veo que los educadores juveniles, por lo menos los que estamos trabajando el tema de adolescencia, somos un soporte importante para ellos. Siempre pueden volver a pedir consejo o a desahogarse y nos buscan”, relata Arianne.

Pero… ¿a quién se le achaca la responsabilidad de que los jóvenes de hoy en día estén sin rumbo?

Desde luego y según los educadores de Kamira, a ellos no. A los 16 años son  todavía unos niños que acaban el instituto y el sistema los deja solos sin una alternativa a seguir. Para Arianne y Joseba están formando a los chavales en contenidos académicos solo y se están olvidando de los contenidos sociales, afectivos y emocionales.